Los ordenadores son máquinas especializadas en procesar información de acuerdo con las instrucciones recogidas en un programa. Sin embargo, no siempre la información se produce o se almacena en el lugar dónde se procesa. Esto añade la necesidad de transportar los datos desde su lugar de origen o almacenamiento hasta el de su proceso, originando una comunicación.
La base de cualquier comunicación es una transmisión de señal. Las redes de ordenadores vienen a cubrir estos dos aspectos: transmisión y comunicación. A través del cableado de la red se pueden transmitir señales eléctricas adecuadas a la naturaleza del cable, pero la red no solo debe entregar esta señal en su destino, sino que además debe garantizar que la información que originó el emisor llega al receptor, de modo que el mensaje permanezca íntegro durante el recorrido.